sábado, 25 de junio de 2016

Dos videos ilustrativos

A continuación aparecerán dos videos que ilustran de manera simple y didáctica en qué consiste un Plan de Evacuación dentro de las escuelas.
El primero muestra una explicación breve de los pasos a seguir en una emergencia, mientras que el segundo es un simulacro que realizó un Cuartel de Bomberos Voluntarios, dentro de una escuela.

La realización de planes de evacuación y de emergencia y los simulacros se sitúan en primer término por lo que respecta a la formación en la autoprotección y a la mejora de las condiciones de seguridad en todos los centros de trabajo. Ayuda a su vez, especialmente a los centros escolares, a adquirir un comportamiento correcto ante situaciones de emergencia dentro y fuera de la escuela. Se trata, pues, de un camino paralelo al desarrollo de la persona.

La creación de mecanismos individuales de protección ante el riesgo de accidente deben seguir un camino paralelo al desarrollo de la persona y, por lo tanto, deben estar muy presentes en el ámbito escolar.
  
Conseguir que las capacidades internas de protección se conviertan en un hábito es una de las mejores maneras de evitar, tanto en el presente como en el futuro, accidentes como consecuencia de actitudes imprudentes o bien riesgos innecesarios.

Una de las actividades más interesantes en el ámbito de la actuación en caso de emergencia consiste en la realización de ejercicios de evacuación en los propios centros escolares.

Marco Legal
La elaboración de los planes de emergencia y evacuación en las escuelas y la realización de simulacros se regulan mediante la  Ley Nacional de Higiene y Seguridad en el Trabajo 19.587, Decreto Reglamentario 351/79, Art. 187; Ley 1346/04 GCBA y Ley 219/061. Hay que tener presente, en la elaboración del plan de emergencia y de evacuación y, sobretodo al realizar los simulacros, que el objetivo principal no es la realización formal de un ejercicio en un tiempo determinado, sino la creación de unos hábitos de comportamiento en la autoprotección que acompañen a los niños y niñas toda la vida.


Plan de Emergencia y Evacuación en las Escuelas

Consideraciones Generales:

Se considera situación de emergencia la que podría estar motivada por un incendio, el anuncio de una bomba, una fuga de gas o cualquier otro tipo de alarma que justifique la evacuación rápida del edificio o el confinamiento de las personas que en ese momento haya.

Hablar, pues, de emergencia, no es hablar solamente de incendio. Debemos prever otras eventualidades para que nuestro P.E.E. cubra el máximo de casos posibles. Así pues, podemos hacer dos grandes grupos según el tipo de reacción que deberíamos tener:        

EVACUACIÓN: Se deberá evacuar totalmente el edificio en el menor tiempo posible (incendios, terremotos, anuncio de bomba, explosiones, deterioro grave y repentino de la estructura del centro, hundimiento parcial del edificio, fugas de gases tóxicos en el interior del centro, etc.)

CONFINAMIENTO: Habrá que permanecer en el edificio hasta que los cuerpos de seguridad, emergencia o protección civil no digan lo contrario (fugas tóxicas en fábricas o centrales cercanas al centro, inundaciones, incendios forestales, tormentas muy violentas, etc.)

Por lo tanto, llevar a cabo la práctica de un simulacro de emergencia no tiene por objetivo la realización formal de un ejercicio en un tiempo determinado, sino la creación de unos hábitos de comportamiento en la autoprotección, teniendo en cuenta los condicionamientos físicos y ambientales de cada edificio.

CARÁCTER DE LA EXPERIENCIA (SÓLO EVACUACIÓN)   

A efectos orientativos, en el supuesto de que sea necesaria la evacuación del centro, se pueden considerar tiempos máximos, en el caso de un edificio escolar, los siguientes:

-          evacuación de cada planta : 3 minutos
-          evacuación de todo el edificio : 10 minutos

En conjunto, se estima que la duración total de una práctica de evacuación, es decir, la interrupción de las actividades escolares, no debería ser superior a 30 minutos.
Si bien las hipótesis que se consideren para este ejercicio de evacuación no coinciden exactamente con las condiciones de un caso real de fuego, de explosión, de catástrofe, etc., que serían las que determinarían cada una de las estrategias de evacuación que habría que adoptar, con esta experiencia lo que se pretende conseguir es detectar las insuficiencias principales del edificio y, a la vez, definir las medidas correctivas particulares para cada edificio a efectos de evacuación. 
Para la realización de este ejercicio práctico y con el fin de simular una situación lo más cercana posible a la realidad en caso de emergencia, habrá que prever la eventualidad de que una de las salidas exteriores de la planta baja se considere bloqueada y que se tengan que utilizar únicamente otras vías de salida existentes en el edificio. En caso de que sólo existiera una salida única no se aplicará, lógicamente, esta hipótesis. 
El simulacro deberá realizarse en la situación de máxima ocupación del edificio o edificios que integran el centro en la actividad escolar, así como con la disposición normal del mobiliario, pero sin que los alumnos hayan sido alertados previamente sobre el día y la hora del ejercicio; los profesores – que recibirán con anterioridad las instrucciones oportunas a efectos de planificación del ejercicio práctico – tampoco deberán ser conocedores ni del día ni de la hora; estos extremos estarán determinados exclusivamente por el director del centro, según su criterio y responsabilidad.
Se prevé que este ejercicio se ejecute sin contar con la colaboración exterior (Cruz Roja, bomberos, Protección Civil, etc.) ya que se trata de un simple ejercicio escolar sin causa real de emergencia. Por otro lado, una evacuación por motivos reales también suele iniciarse sin auxilios exteriores, de manera que se cuenta únicamente con los propios recursos.
Como consecuencia de los puntos anteriores, se deberán sacar conclusiones oportunas que sirvan para corregir las posibles deficiencias o inadecuaciones del propio edificio. Sobre estas deficiencias habrá que informar a los alumnos periódicamente.

 CÓMO ELABORAR UN PLAN DE EVACUACIÓN
Roles a cumplir
Por parte de la dirección del centro, se designará un coordinador general que asuma la responsabilidad total del simulacro y coordine todas las operaciones. También se designará un coordinador suplente.
Se designará un coordinador por cada planta que se responsabilizará de las acciones que se efectúen en la planta, de controlar el tiempo de evacuación total y número de alumnos desalojados.
Con la suficiente antelación al día del simulacro, todos los profesores se reunirán con el coordinador general y los coordinadores de planta para elaborar el plan a seguir, de acuerdo con las características arquitectónicas de cada edificio y prever todas las incidencias de la operación, planificar las salidas, determinar los puntos críticos del edificio, las zonas exteriores de concentración de los alumnos y las salidas que se tengan que utilizar y cual se considera bloqueada a efectos de este ejercicio.
En caso de que los alumnos a evacuar tengan que salir del recinto escolar y ocupen zonas ajenas al centro, se tomarán las precauciones oportunas en referencia al tráfico. En este supuesto, si salen al exterior, se deben advertir a las autoridades o particulares que correspondiese.
También se designará una persona para cada salida y otra situada en el exterior del edificio, con la finalidad de controlar el tiempo total de la evacuación.
Cada profesor se responsabilizará de controlar los movimientos de los alumnos a su cargo, de acuerdo con las instrucciones recibidas dadas por el coordinador general y los coordinadores de planta.
Cada profesor, con su clase, organizará la estrategia de su grupo designando a los alumnos más responsables a realizar funciones concretas como cerrar ventanas, controlar a los alumnos, controlar que no lleven objetos personales, etc. Con esto, se pretende dar una mayor participación a los alumnos en estos ejercicios.
Cuando hayan desalojado a todos los alumnos, cada profesor comprobará que las aulas y los recintos que tienen asignados queden vacíos, dejarán las puertas y las ventanas cerradas y comprobarán que ningún alumno se quede en el servicio o en otras dependencias habitualmente vacías.
Se designarán una o varias personas para que se hagan responsables de desconectar, después de dar las señales de alarma, las instalaciones generales del edificio en el orden que sigue:
Gas, Electricidad, Agua (sólo si los suministros a los hidrantes son independientes de la red general)..
En caso de haberlas, se designará una persona encargada de la evacuación de personas disminuidas o con dificultades motrices.


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